Cuantas cosas están por comentar. Cosas, casos y personas. El tener una duda, desde, una dudada ortográfica, hasta una duda transcendente, es angustioso y al mismo tiempo esperanzador. Angustioso, porque uno se da cuenta que es mucho más lo que se ignora que lo que se sabe, y esperanzador porque se quiere saber más de lo que se puede saber y esto incita a la busqueda incansanble de alg´´un modo de verdad. Ya sabemos que la verdad total no es fácil de conseguir, pero, alguna forma de realidad o irrealidad verdadera se puede intentar vislumbrar.
Creo que por hoy esta bién de razonamientos ilogicos o logicas de la sinrazón, en fin pensamientos de un buscador, de no sabe que, pero esto si, con intuición.